La amalgama en obturaciones dentales fue introducida en los Estados Unidos en el año 1825 y antes ya estaba en uso en Inglaterra desde 1819, difundiéndose hacia Francia en 1826, cuando Samuel Hahnemann consolidaba definitivamente las bases terapéuticas de la homeopatía.
Por casi un siglo y medio, tal procedimiento fue realizado sin mayor análisis crítico por parte de los dentistas de la época, hasta que en el año 1959 el dentista Brasilero Dr. Olympio Pinto, presentó una tesis en la Universidad de Georgetown en Washington DC, basada en el estudio teórico-práctico de los efectos de las amalgamas en la salud humana, con un minucioso análisis de la toxicología del mercurio (Hg.) y sus componentes.
El término intoxicación por amalgamas es más relevante que el término intoxicación por mercurio pues la amalgama no contiene solamente mercurio (Hg.), sino también cobre (Cu), estaño (Sn), plata (Ag) y zinc (Zn), en cantidades variables.
Las amalgamas entre ellas y en interacción con otros metales que estén presentes en la boca, generan corrientes galvánicas (electricidad bucal), acelerando el desprendimiento de iones metálicos que son absorbidos por el organismo. Esto es comparable a tener una pila funcionando en forma permanente sobre los dientes. Estas partículas y fragmentos metálicos se pueden ir depositando en nuestro organismo y tienen especial afinidad con ciertos tejidos como el de los riñones, del hígado, del sistema nervioso central y piel, de los cuales se desprenden la mayor parte de los signos y síntomas que los pacientes refieren, pudiendo estar relacionada con cefaleas (dolores de cabeza), falta de concentración, alergias, trastornos de sueño, nerviosismo extremo, problemas renales, inmunosupresión que genera resfriados frecuentes y predisposición a infecciones, calambres, infertilidad y enfermedades crónico-degenerativas e autoinmunes como esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple, lupus eritematoso, enfermedad de Parkinson, etc. La lista es larga, pero cabe hacer notar que la intoxicación por amalgamas puede considerarse como una enfermedad en sí mísma o bien estar agravando otras enfermedades crónicas ya presentes. Estudios de los prestigiosos Odontólogos Dr. Ulrich Volz y Dr. Holger Scholz lo confirman (www.zirkon.com)
El estomatólogo Alemán Dr. Helmut Schimmel, confirmó en investigaciones realizadas con el equipo de medición VEGA-DENT S 702, que los portadores de amalgamas dentales, se dividían en dos grandes grupos, los mercurio eliminadores y los mercurio acumuladores y que este fenómeno se debía principalmente a características constitucionales y también, en el caso de los acumuladores, a bloqueos y problemas funcionales del riñón. La detección hoy en día de las intoxicaciones mercuriales y de metales pesados, se ha simplificado bastante con la aparición del equipo de diagnóstico WEGATEST EXPERT de la firma Alemana WEGAMED GmbH, el cual por un principio de biorresonancia, es capaz de detectar la intoxicación por mercurio y otros metales pesados dañinos para la salud, así como, el bloqueo energético debido a estos metales en la boca, que pueden comprometer el funcionamiento de ciertos órganos y generar enfermedades crónicas.
En esta clínica, se realiza la remoción de amalgamas según los protocolos de la
International Academy of Oral Medicine and Toxicology (IAOMT).
En los siguientes archivos,usted encontrara una completa información sobre los daños del mercurio odontológico en el organismo: